7 cualidades imprescindibles en los empleados domésticos

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7 cualidades imprescindibles en los empleados domésticos

No los conocemos pero entran a nuestra casa y forman parte de nuestra vida. Poco a poco les vamos confiando más tareas esenciales, hasta que se vuelven aliados en la rutina diaria. Son los empleados domésticos, personas que por su cercanía deben tener cualidades éticas, psicológicas y habilidades para las tareas asignadas, que los conviertan en una verdadera ayuda y no en un problema.

Por eso hemos enumerado siete cualidades que deben tener los empleados domésticos, si deseamos establecer una relación laboral duradera, basada en el respeto y la responsabilidad.

1. Discreción

Esta es quizás la primera y más importante de las cualidades que debemos buscar en un empleado doméstico. Por la naturaleza de su trabajo tendrán acceso a mucha información sobre nosotros y nuestra familia; “qué nos gusta, dónde estudian los niños, qué comemos, cómo es nuestra ropa, los problemas y las situaciones que vivimos”. Por eso, es de vital importancia que nuestros empleados domésticos sean discretos. Ahora, sobre cómo saberlo, te damos algunos consejos que pueden ayudarte.

1. Un empleado discreto no hace demasiadas preguntas: se limita a recibir información sobre sus tareas, especialmente al comienzo de su relación laboral.

2. No participa en conversaciones que no le involucren directamente, ni ofrece opiniones sobre temas que no maneja.

3. Trata de mantenerse lo más ajeno a situaciones particularmente incómodas que a veces se suscitan al interior de las familias.

2. Responsabilidad

Tanto la discreción como la responsabilidad son cualidades que fomentan la confianza. Llegar temprano, cumplir con las tareas en el tiempo acordado, demostrar interés en lo que hace y tratar de ir un poco más allá con sus tareas, son indicadores de responsabilidad. Si tu empleado posee este tipo de conductas, puedes incluso, asignarle tareas más complejas o importantes; lo cual, te permitirá medir si realmente tiene potencial para convertirse en un empleado doméstico de confianza.

3. Proactividad

No hay nada más agotador que andar detrás de los empleados domésticos diciéndoles lo que deben hacer cada vez que han terminado una tarea. Por eso, es importante que una vez conozcan la rutina propia de su oficio, puedan desarrollar su trabajo de la mejor manera y sin una supervisión constante.

Un buen empleado suele notar tareas adicionales a las solicitadas y seguramente te preguntará si requieres que se ocupe de ellas. Una actitud proactiva puede ahorrarte tiempo e incomodidades.


4. Capacidad de adaptación

La mayoría de los empleados domésticos ya han trabajado con otras familias, probablemente con costumbres y formas de hacer las tareas diferentes a las nuestras; por eso, es importante que el empleado esté dispuesto a recibir consejos o lineamientos sobre la manera de hacer ciertos quehaceres. Seguramente si está profesionalmente capacitado, manejará bien su oficio. Sin embargo, mantener una buena disposición para escuchar sugerencias, nos demuestra su habilidad de adaptarse al nuevo ambiente laboral.

Ten presente que empleados con resistencia a desarrollar nuevas técnicas, suelen tornarse problemáticos con el tiempo.

5. Profesionalismo

Un buen empleado doméstico maneja bien las tareas que debe realizar. Si es la cocina, el cuidado de los niños, la limpieza del hogar, la jardinería, la vigilancia, conducir o el mantenimiento de los sistemas básicos de la casa, debe estar plenamente capacitado para ello.

Es importante que al momento de comenzar la relación laboral se establezcan las tareas del empleado doméstico en función de sus capacidades profesionales, para así determinar sus obligaciones. Si se va a ocupar exclusivamente de la cocina, debe cocinar bien y esa es su responsabilidad; no le vamos a pedir que pode el jardín o realice una reparación eléctrica.

6. Disciplina

Para un empleado disciplinado, lo fundamental es cumplir con la tarea asignada sin mayores distracciones, tratando siempre de lograr niveles óptimos de eficiencia.

La disciplina incluye, además del cumplimiento del horario, el disfrute del tiempo de descanso, de los días libres y de los beneficios acordados al momento de comenzar la relación laboral. Por eso, es recomendable establecer claramente el horario, los períodos vacacionales, las horas libres, los días de descanso y los períodos de reposo dentro de la jornada, si estos fuesen necesarios.

Mantener la disciplina en una relación laboral es algo que depende tanto del empleado como del empleador; cuando comienza a violarse ese acuerdo tácito se da pie a muchos problemas.

7. Amabilidad

Si hay algo valioso en el hogar es la armonía. Los empleados domésticos, por la naturaleza de su trabajo, tienden a integrarse al ambiente familiar, por eso es importante que se mantenga siempre una buena relación basada en la amabilidad.

Para que la relación con nuestros empleados domésticos sea lo más cordial posible, debe soportarse en:

  • Una comunicación fluida y respetuosa.
  • El respeto a los acuerdos establecidos en cuanto a responsabilidades y beneficios, lo cual evitará hostilidades innecesarias.
  • Línea de mando clara y en esa medida, debe establecerse quién da las instrucciones, pues esto contribuye a evitar malos entendidos.

Finalmente, ten presente que con el tiempo, la relación laboral tiende a variar y se vuelve más cercana; por lo general aumenta la confianza, se flexibilizan algunas normas y en ciertos casos, se solicitan tareas que van más allá de lo previamente acordado. Esto tal vez, dará oportunidad a situaciones que pueden tornarse conflictivas; por eso, dependerá de los dueños de casa aprovechar todas las ventajas que brinda la confianza, en cuanto a trato e interacción con sus trabajadores, conservando siempre en los mejores términos los acuerdos laborales establecidos, sin dejar de estimular las virtudes y capacidades de los empleados domésticos.

¡Recuerda! Un empleado doméstico con estas cualidades puede llegar a convertirse en un aliado de la familia. Por eso, es importante que puedas identificar si quienes están en tu casa prestándote este servicio y formando parte de tu cotidianidad, cuentan o no, con estas características.