Un descuido en tu hogar: el blanco perfecto para los “amigos de lo ajeno”

Los robos en hogares ocurren con frecuencia, pero depende de ti y de las medidas que tomes para proteger tu hogar, que estos sucesos no te ocurran.

A diario vemos y oímos noticias protagonizadas por “bandas de apartamenteros”, que sin ningún escrúpulo entran a las viviendas y no solo buscan llevarse nuestras pertenencias, sino que lastimosamente en varias ocasiones actúan con violencia y causan daño a sus víctimas.

Sabemos que éste no es precisamente un tema muy agradable para tratar; pero es necesario abordarlo, para que puedas tomar las medidas preventivas necesarias y reducir al máximo un evento como este. Definitivamente prevenir, siempre será la mejor arma contra los robos en el hogar. Pero, ¿cómo hacerlo?

Una de los adagios populares es: “piensa como ladrón, para que no te roben”. Esta expresión está inmersa incluso, en los manuales de medidas preventivas que emiten las autoridades competentes. Nos dicen entonces, que debemos pensar cuáles serían las partes más vulnerables de nuestra vivienda.

“Si yo fuera el ladrón, por qué parte de la casa podría tener acceso”…, “qué tantas cosas de valor podría llevarme rápidamente”…, “cuáles serían las fallas o descuidos que me permitirían aprovechar la oportunidad y cumplir con mi cometido”.

Si bien es cierto que pensar así, podría darnos algunas nociones de lo que deberíamos hacer para evitar ser víctimas de robo, también es cierto, que si utilizamos la lógica y el sentido común, conseguiremos ponérselo mucho más difícil a los “amigos de lo ajeno”.

“La ocasión hace al ladrón” es otra expresión popular, que lastimosamente en muchos casos coincide con la realidad. El ladrón suele aprovechar cualquier tipo de descuido para efectuar un robo; una puerta abierta, una venta mal cerrada o cualquier objeto de valor que quede a la vista, se convierten en el blanco perfecto.

Estos tipos de robos son más frecuentes de lo que pensamos. Los ladrones que no buscan complicaciones en su “oficio”, aprovechan la falta de seguridad y los descuidos que como propietarios tengamos, para obtener en el menor tiempo posible nuestros objetos de valor.

Definitivamente pensar que somos completamente inmunes a un robo en nuestro hogar, puede ser una equivocación. Por ello, es importante que tomemos las medidas de seguridad necesarias y que prestemos mucha atención a cada uno de nuestros movimientos, de modo que los descuidos no hagan parte de nuestra rutina. Mientras más prevención tengamos, menor será la probabilidad de que seamos una víctima más.

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